UN COLEGIO QUE RESUELVE SUS CONFLICTOS CON DIÁLOGO

UN COLEGIO QUE RESUELVE SUS CONFLICTOS CON DIÁLOGO

Desde que los estudiantes resuelven sus problemas con la ayuda de los niños conciliadores, en la sede principal del colegio Sierra Morena, ubicado en la localidad de Ciudad Bolívar, se acabaron los castigos de los profesores. En el 2001 llegó a esta institución la Red de Conciliadores Escolares, auspiciada por la Cámara de Comercio y en la que 3.500 estudiantes de 75 planteles de Bogotá promueven el diálogo, por lo que los conflictos en las aulas han disminuido. En el Sierra Morena la iniciativa contó con la aprobación del rector y los docentes, y se asignó un espacio para capacitar a los alumnos que desearon ser conciliadores. 

En un salón al que bautizaron Ariadna, el ambiente se decoró con libros y carteleras con mensajes de tolerancia y paz, propicios para desarrollar un escenario de diálogo. Los muchachos de 10grado son los actuales conciliadores, pues el año pasado recibieron una inducción con la que hoy son capaces de solucionar conflictos. Todos los casos se resuelven, lo que depende en gran parte de la capacitación que nos dieron. A los disgustados uno les da varias soluciones y ellos escogen la que más los beneficie afirma el conciliador Wilson Cuervo. El rector del plantel, Ernesto Morales, cree que lo importante de la Red de Conciliadores es que los estudiantes mejoraron la actitud con sus compañeros de clase, y dice que muchos de ellos viven en sectores con problemas de desplazamiento, hacinamiento, desnutrición y maltrato infantil. 

El compromiso de los conciliadores en el colegio Sierra Morena es grande, llegando a sacrificar su hora de descanso con tal de resolver los casos en dicho espacio. La mayor parte de las problemáticas entre los alumnos se dan por agresiones verbales, o celos por un muchacho dijo una conciliadora. Un caso que duró cuatro horas en resolverse se dio entre dos amigas que se disgustaron por un chico que era novio de una de ellas. Se concluyó que no valía la pena terminar una amistad por eso según Marcela Pinzón, quien siguió el proceso. La labor de estos jóvenes no se queda en las aulas sino que llega hasta sus hogares: uno ya sabe qué métodos usar en la resolución de conflictos, también los aplica en la casa dijo Wilson. 

La docente Claudia Caro estuvo presente en el proceso de formación de los niños conciliadores, y luego se encargó de realizar las capacitaciones. Es consciente de lo importante que es incentivar el diálogo, en vez de utilizar métodos represivos. Las peleas físicas, incluso, han llegado a buenos términos luego de una buena sesión con los conciliadores. Tal es el caso de Mario (nombre cambiado a petición del alumno), que se peleó a golpes con un alumno de 11a la hora del descanso a una charla en Ariadna, no volvimos a tener problemas sostuvo el joven de 9o grado. 

Para más información visitar: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1027666